Autor: ASIER FULLAONDO ELORDUI-ZAPATERIETXE
I. Precisiones conceptuales.—La expresión Organismo Modificado Genéticamente, es el origen del acrónimo OMG y se emplea para referirse a los organismos que han visto alterada su información genética mediante técnicas de ingeniería genética o tecnologías del DNA recombinante. Los términos OMG y transgénico son casi sinónimos, ya que los transgénicos son un subgrupo de los OMG, pero el más numeroso. Mediante la tecnología del DNA recombinante se combinan una serie de secuencias de DNA (secuencias preexistentes en la naturaleza o sintéticas), para dar origen a una nueva molécula de DNA. Dicha molécula se transfiere a un organismo, con el fin de modificar algunas de sus características o de dotarlo de otras nuevas.
Es oportuno señalar que en ocasiones la lectura de las palabras que dan origen al acrónimo Organismo Modificado Genéticamente puede llevar a confusión. Sucede así cuando se vincula al concepto, más amplio, de modificación genética, una estrategia que el ser humano viene empleando desde hace siglos en la ganadería y la agricultura. Al acrónimo OMG le corresponde un campo semántico más limitado, identificándose solamente con aquellos organismos modificados genéticamente por un cierto tipo de tecnologías.
Desde las polinizaciones dirigidas, de las que ya los jeroglíficos asirios en el 700 a. C. nos daban noticia, el ser humano ha utilizado distintas técnicas para la generación de organismos genéticamente modificados. La clave de la distinción entre esos organismos y los OMG es que aquéllos eran obtenidos mediante procesos estocásticos. Es decir, procesos en los que el ser humano no tenía ningún control sobre las mutaciones generadas y, por tanto, se limitaba a observar y seleccionar aquellos organismos que presentarán algunas características genéticas de interés. Como se puede apreciar, esta estrategia implica, de algún modo, mimetizar el proceso de la evolución o, lo que es lo mismo, la generación de mutaciones y la posterior selección de aquellos organismos que mejor se adapten a las necesidades humanas. La diferencia que la intervención humana aporta a estos procesos respecto de la evolución natural es un incremento de la velocidad.
En los programas de mejora genética de plantas se han utilizado diversos procesos para generar distintas variedades de plantas con características genéticas diferentes. Entre las estrategias utilizadas cabe citar la generación de plantas poliploides, a las que se les incrementa el número de cromosomas, y la fusión de células de especies distintas, también conocida como fusión de protoplastos. Este tipo de organismos aunque han sido modificados genéticamente no se pueden considerar OMGs ya que para su obtención no se han utilizado técnicas de ingeniería genética y el proceso mantiene un gran componente estocástico.
II. Aspectos técnicos y utilidades de la generación de OMGs.—La modificación genética de bacterias, plantas o animales para transformarlos en OMGs conlleva la afectación de uno o varios de sus genes, si bien casi siempre en un número reducido. Se persigue con ello que la presencia de estos genes no altere en exceso el comportamiento del organismo originario y conserve sus principales características, sin perjuicio de las añadidas.
Las tecnologías del DNA recombinante gozan de una extendida implantación en la actualidad y ha de advertirse de que estamos ante procesos relativamente sencillos tanto desde el punto de vista técnico como económico. Las razones para emplear este tipo de técnicas se podrían de dividir en tres grandes grupos.
Entre las primeras razones se cuenta la síntesis de fármacos. En este caso los organismos se utilizan a modo de biorreactores, esto es se utiliza la maquinaría celular de los organismos para la producción de compuestos químicos, típicamente proteínas, con aplicaciones terapéuticas o industriales, siendo el caso de la producción de la insulina uno de los casos más relevante pero no el único. En el caso de la insulina se utiliza una bacteria recombinante, a la cual se le ha introducido el gen de la insulina humana, y esta bacteria se ha transformado en un biorreactor que produce la insulina. La segunda de las razones para generar OMGs es la producción de organismos de investigación. En este caso los organismos se modifican genéticamente para comprender la función y el efecto de cada uno de los genes en el organismo. Las aplicaciones de estos organismos serían la ciencia básica (comprensión de la función génica) así como la mejor comprensión de las enfermedades. Por último hay un tercer grupo de OMG en el que la razón de generación es la modificación de las características de los organismos para que las plantas y/o los animales tengan una mayor producción o para que presenten alguna característica de interés alimentario diferente. Típicamente este tipo de OMGs suelen ser resistentes a parásitos o a herbicidas. El término OMG que se utiliza de manera generalizada hace referencia en concreto a estos organismos, aunque en sentido estricto los dos casos anteriores también lo sean.
III. El estado actual de la ciencia y la implantación social de los OGMs.—Actualmente la tecnología permite generar casi cualquier tipo de modificación genética en casi todos los organismos vivos. La terapia genética, aplicada a la curación de enfermedades humanas por ejemplo, se basa en la generación de células humanas modificadas genéticamente, por lo tanto, incluso el ser humano es susceptible de modificarse genéticamente. Sin embargo, el mayor problema existente es que las interacciones de nuestros genes son tan complejas que es muy difícil de predecir cual va a ser el efecto de cada una de las modificaciones genéticas, de modo que este tipo de ensayos son muy complicados presentándose muchas veces complicaciones y resultados inesperados.
Desde el punto de vista de su implantación, el uso de los OMGs como biorreactores u organismos de investigación no genera actualmente excesiva controversia social porque el beneficio potencial que se asocia a uso, sea en la investigación o la mejora de la salud, parecen suficientes para justificar su utilización. En este tipo de OMGs los riesgos de su generación y utilización son pequeños dado que se producen a pequeña escala y se mantienen bajo condiciones controladas. Además, su interacción con el medio ambiente es mínimo y las posibilidades de terminar en la cadena trófica humana es pequeña.
Muy distinta es la percepción de los OMGs en los que la modificación genética persigue un incremento de la producción agrícola o ganadera. Es importante señalar que este tipo de OMGs es en la actualidad el que la opinión pública identifica casi exclusivamente con el concepto de OMG. Los riesgos de estos organismos son mayores debido al volumen de organismos producidos (millones de hectáreas en el caso de las plantas transgénicas), así como por el hecho de que su uso no siempre se realiza bajo condiciones que eviten una interacción con el medio ambiente. Esta interacción de los OMG con el medio natural puede acarrear modificaciones incontroladas y no deseadas en organismos de otras especies. Resulta también polémica la posibilidad real de que este tipo de OMGs termine de forma accidental en la cadena trófica del ser humano.
Actualmente los OMGs que se comercializan superan unos controles de calidad que entre otros aspectos valoran el efecto sobre la salud humana a corto plazo sin que se haya observado ningún riesgo mientras que los riesgos a largo plazo no han sido valorados.
Véase: ADN, Transgénesis.
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